-¿Qué te pasa?
-No me pasa nada.
-Estás muy callado.
-No, solo estoy pensando. Mira esa nube que va allá, tiene forma de conejo.
Susana miró la nube. En realidad le parecía un caballo, pero no dijo nada. Miró a su hermano, Andrés, quien observaba la nube. Después de un rato de silencio, Susana decidió hablar de nuevo.
-Hoy te castigaron en el colegio, Torres me contó.
-Mira, ¡hay un tigre tras el conejo!
Susana volvió a mirar las nubes. No era un tigre, era como un enanito. De pronto, el enanito comenzó a crecer, y crecer, y crecer muchísimo. Y cuando estuvo suficientemente grande, saltó sobre el caballo, y galopó hasta el borde del cielo.
Quiso decírselo a Andrés, pero él tenía los ojos llorosos, y Susana no pudo emitir ninguna palabra. Abrazó a su hermano, y aún sin saber porqué estaba tan triste, entendió.
-El tigre se ha tragado al conejo- Dijo Andrés.
A mi hermana.
El Diablo Fu.
Bellisimo
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