viernes, 20 de abril de 2012

¡Cuán grande es un corazón!



¡Cuán grande es un corazón!
Guardas allí tus tristezas, y tus verguenzas.
Están guardados también tus orgullos, tus alegrías.
Las palabras dichas, y las que no dijiste.
Las palabras que te dijeron, y las que quisiste escuchar.
Hay allí las cosas que lograste, y las que no hiciste.
Tus sueños, tus anhelos y esperanzas.
Cada sonrisa, cada lágrima, está guardada en tu corazón.
El programa que amabas ver, la comida que preferías sobre todas las demás,
y tu canción favorita.
Cada persona que pasó por tu vida, y que en realidad nunca se fue,
porque sin saberlo, se quedó atrapada en ese músculo que no olvida.
Están tus padres, tus hermanos, tus amigos.
También guardaste, sin saberlo, a los que menos quisiste,
a los que te hicieron daño.
En tu corazón está el lugar en que naciste,
y la montaña que visitas cuando estás pensativa.
En mi corazón están las calles que recorrí contigo,
el regalo que me trajiste, y el que te llevaste.
Tus ojos, tu cabello despeinado,
tu voz única entre todas las voces, inconfundible,
y tu risa de niña inocente y traviesa.
En mi corazón encuentro el día que te conocí, y la esperanza de volverte a ver.
El corazón, tan pequeño como el puño de tu mano, es un bolsillo que parece no tener fondo.
Tan grande, que no entiendo cómo cabe en mi pecho.
Tan grande, que allí dentro estás guardada tú.

El Diablo Fu

lunes, 9 de abril de 2012

¿De qué están hechas las lágrimas?


Las lágrimas de Martina,
son hechas de plastilina,
de un regaño, de un olvido,
de la partida de un amigo...

Son hechas de una cebolla
que ella corta en la cocina
la echará en una olla,
en tanto, llora Martina.

Están hechas de la visita
De alguno de sus abuelos,
y antes de caer al suelo,
rodean su sonrisita

Las lágrimas de Martina
son de agua y son de fuego,
de un sueño sin cumplirse,
a veces de un nuevo sueño.

De tristeza, de alegría,
las lágrimas de Martina,
son pequeñas piedras preciosas,
hechas de plastilina.

El Diablo Fu

viernes, 6 de abril de 2012

Cómo hacer una Torta Volcán del Mar de Júpiter.


Mi hermana y yo cumplimos años el mismo día. Y aunque ella es mayor, es como si hubiéramos nacido a la vez.

Por eso, quiero darle este año un regalo más graaande que el mar que le dí el año pasado,
más, hmmmmm! delicioso que el volcán de chocolate del antepasado, y más redoooondo que el planeta que le dí el año anterior a ese.

¿Qué puede ser así? ¡Una torta Volcán del Mar de Júpiter!

Así que acá les dejo la receta para una excelente Torta Volcán del Mar de Júpiter, que haré con ayuda de un libro de mi papá:

-Debes dejar pre calentando el Sol de las siete de la mañana. Antes es muy frío, después es muy caliente. Así que mejor lo amarras a las siete a una piedra, cosa que no se mueva de ahí.

-Necesitamos unos huevos bien guapetones, como me aconsejó una amiga de España. ¡Lamentablemente en mi casa todos los huevos son feos! así que los llevamos antes a la sala de belleza, y que les hagan un corte a la moda. ¡No hay nadie feo, sino mal arreglado!

-Hay que vertir la harina y el polvo de hornear... ¿Vertir? esto debe estar mal escrito! Yo no conozco esa palabra! debe ser convertir, como los magos... Si! hay que convertir la harina en polvo de hornear. O sea que no es polvo de hornear, sino polvos mágicos. Di unas palabras mágicas para hacerlo.
Pirulín pim pon! Ahí está, aunque parece la misma harina, ahora son polvos mágicos.

-En el libro de recetas de mi papá dice que hay que añadir esencia al gusto. Así que te vas a echar en la lengua un frasquito de esencia de vainilla, porque en el colegio me enseñaron que el gusto queda en la lengua.

-Hay que revolver todo, yo creo que es con la lengua., ¿Porqué para qué el gusto entonces?

-Otra vez dice que hay que convertir todo... en molde! ¡Yo compré un molde para hacer esto y no era necesario! Otras palabras mágicas: ¡Pirulín pin pón! Caray... esta vez no me salió la magia, o el molde tiene forma de... ¡cosa extraña revuelta!

En este punto llega mi hermana, y ve el desastre que he hecho en la cocina, y decide que, como es el cumpleaños de los dos, cocinaremos los dos juntos, porque si cocino yo sólo con mis recetas, nunca tendremos torta para el cumpleaños.

¡Y qué rica nos queda! ¡Más rica que una Torta de Volcán del Mar de Júpiter!

A propósito... ¡Siguen siendo las siete de la mañana, el sol sigue amarrado!

El Diablo Fu